La muerte de George Michael Murillo León, de 20 años, ocasionó alarma en la población. La víctima, conocida cariñosamente como “Arenita”, recibió un impacto de bala en la cabeza el pasado domingo en el puente de la Unidad Nacional, cerca de Durán.
El joven falleció doce horas después en el área de reanimación de emergencia del hospital Luis Vernaza, en Guayaquil, y fue sepultado la tarde del pasado martes en el cementerio general de Durán.
En este caso, la Policía detuvo al malabarista Byron Miguel Velázquez Briones, alias “Lagartija”, de 27 años, contra quien dictaron orden de prisión preventiva por ser el principal sospechoso de disparar al joven hincha barcelonista.
Uno de los testigos que señaló a “Lagartija” como el supuesto asesino fue Juan Pablo Preciado, un amigo del fallecido, quien la mañana de ayer cambió su versión de los hechos y aseguró que aquel día no hubo enfrentamientos entre hinchas de Barcelona y Emelec.
“No vi quién disparó”
Preciado, quien era considerado testigo protegido, aclaró que no vio quién disparó a “Arenita”. “Cuando vi a Michael tirado en el suelo quise ayudarlo, no me preocupé por el resto. Ese día expresé que era ‘Lagartija’ porque estaba nervioso y pensé que él tal vez indicaría quién lo hizo”, sostuvo.
Otra víctima del hecho fue Jean Carlos Lavayen Saavedra, de 18 años, quien -según el expediente del caso- recibió “un disparo cerca de la ingle, del lado izquierdo, que incluso comprometió parte del glúteo”.
En el escrito judicial también consta que Lavayen le contó a un pariente que “había sido un enfrentamiento entre barras, pero que le había disparado un policía”.
Jaime Pérez, miembro de la Sur Oscura, coincidió con Preciado y agregó que “los emelecistas, cuando vieron que estábamos avanzando, salieron corriendo porque nosotros éramos más”.
“Estaban a un kilómetro”
Héctor Vanegas, el abogado que lleva la causa de la familia Murillo León, mencionó que “entregaré siete vídeos a la Fiscalía, en los que se demuestra que no hay hinchas de Emelec junto a los de Barcelona, pues estaban a casi un kilómetro de distancia”. Según Preciado, “nosotros íbamos corriendo hacia los emelecistas. Ellos estaban por La Puntilla y nosotros cerca de Durán, nunca nos enfrentamos”.
El jurista acotó que “buscaremos al verdadero autor del crimen y responsable de las heridas de Lavayen. Pediré a la Fiscalía que se recepte la versión de los ciudadanos y policías que aparecen en el vídeo”.
Vanegas usó una computadora portátil para mostrar las imágenes de lo ocurrido. “En algunas se observan hinchas de Barcelona mientras discuten con miembros de la Policía Nacional, se notan agresiones y en otras pueden verse hinchas de Emelec mientras corren”, dijo el abogado.
Además, “no sé porqué cogieron ese bus con emelecistas, porque ellos ni siquiera tuvieron un roce con los hinchas de Barcelona. En el vídeo también se ve a un agente que recoge algo del suelo, que podrían ser los casquillos de las balas”, aseveró Vanegas.
“Bajo ningún concepto encubriremos a ningún miembro policial”
Ayer por la mañana, un equipo de Diario EXTRA acudió a las instalaciones del comando de Policía de la ciudadela El Recreo, en Durán, para solicitar una versión de lo ocurrido, pero uno de los uniformados que estaba en la garita informó que el coronel Sandoval estaba en una reunión.
Luego, mediante una llamada telefónica, un relacionista público de la Policía de Guayaquil mencionó que por el momento las autoridades no se pronunciarán al respecto.
Más tarde, en la cuenta de Twitter @PoliciaEcuador fue publicado un comunicado de la Policía, en el constaba que “transparentamos nuestro accionar sobre altercado entre hinchadas de equipos, donde un ciudadano lamentablemente falleció”.
En el documento se informa que “durante las indagaciones en este hecho colaboraremos con las investigaciones, para que los hechos se esclarezcan. Si es el caso, bajo ningún concepto encubriremos a ningún miembro policial”.
Oswaldo Dávila, el abogado defensor de “Lagartija”, aseguró que “la hinchada emelecista Durán 14 no estuvo en el puente cuando el joven barcelonista fue baleado. Además, a mi defendido no lo cogieron en el lugar, lo aprehendieron en la ciudadela Abel Gilbert, a media hora de distancia”.
Según Dávila, “a mi cliente lo engañaron. Le señalaron que lo llevarían para que firme un convenio de no agresión entre barras y cuando estuvo allá lo detuvieron”.
Juan Preciado expresó que el otro testigo que declaró junto a él es menor de edad. “Ese día nos tuvieron encerrados en el baño. Yo creo que lo hicieron por seguridad, para evitar que alguien nos reconozca. Luego nos sacó una señora de la Fiscalía, pero estuvimos hasta las 02:00 para dar nuestras versiones en la audiencia”, acotó.