Apenas se confirmó la suspensión de la feria de Quito, Jesús del Gran Poder, por parte de la empresa organizadora Citotusa, aficionados y opositores salieron a las calles capitalinas a pronunciarse por lo sucedido.
Los antitaurinos, encabezados por la organización Diabluma, se congregaron en los exteriores del ministerio de Agricultura, junto al monumento a un toro para festejar lo que consideran un triunfo por la lucha de los derechos de los animales.
Con pancartas en rechazo, los detractores manifestaron que “este es inicio del fin” de las ferias taurinas. Para ellos, lo acontecido no es más que una muestra del fracaso de un negocio y esperan que se replique en el resto de ciudades del país donde sí está permitida la muerte de un animal en espectáculos públicos.
Más hacia el norte de la ciudad, en las avenidas Amazonas y Tomás de Berlanga, afuera de la plaza de toros, poco a poco iban apareciendo simpatizantes de las corridas. Unos traían pancartas, otros capotes rojos con los que “toreaban” a los vehículos.
Estaban indignados. Decían que las fiestas de diciembre han perdido su pilar más importante. La gente pedía a gritos que “regresen los toros”.
En eso, un minúsculo grupo de jóvenes, provenientes de distintos sitios, se pararon en la vereda del frente para mostrar su alegría por la cancelación del evento.
Así empezó el intercambio de insultos entre ambos bandos. Los taurinos sumaban alrededor de cuarenta personas, mientras que los antitaurinos solamente eran cuatro muchachos.
Los ánimos se caldearon a tal punto que fue necesaria la presencia de veinte elementos de la Policía para controlar la situación.
De un momento a otro, los taurinos, que se encontraban sobre el parterre, decidieron cruzar la calle y enfrentar directamente a sus opuestos. Los uniformados rodearon a los detractores, pues eran inferiores en número. Pese a ello, hubo un fuerte roce.
“¡Asesinos, salvajes!”, llamaban los muchachos a los aficionados a la tauromaquia, pero estos no se quedaron atrás y los tildaban de “¡drogadictos, abortistas!...”.
El forcejeo parecía incontenible. Los gendarmes trataban de calmar a todos, pero no lo conseguían. Repentinamente, en medio del tumulto, se percibió un intenso olor a gas pimienta, pero aún así la turba no dejaba de enfrentarse.
Los taurinos culpaban a las organizaciones opositoras de ser los verdaderos responsables de la decisión adoptada por Citotusa.
Finalmente los bandos se separaron y los cuatro jóvenes se retiraron del lugar escoltados por seis uniformados que los acompañaron para evitar más pleitos.
Del cielo empezaron a caer gotas de lluvia, poco a poco los aficionados taurinos abandonaron la protesta, no sin antes anunciar que continuarán insistiendo para que se retome la feria como estaba planeada.
Ayer por la mañana no hubo manifestaciones de ningún tipo.
Felipe Ogaz, del colectivo Diabluma, confirmó que se mantiene en pie la marcha prevista para el 29 de noviembre.
Sesenta mil personas perjudicadas, según sectores afectados
Corrida de toros en plaza Belmonte sí se realizará
En rueda de prensa, ganaderos, toreros, picadores, banderilleros y demás trabajadores de la plaza de toros, mencionaron que la suspensión de la Feria afecta a aproximadamente 60 mil personas que viven directa e indirectamente de la actividad taurina.
José Luis Bruzzone indicó que solicitarán a los empresarios para que reconsideren su decisión. “Haremos los esfuerzos que hagan falta para que se realice la feria de Quito”.
José Robalino, presidente de la asociación de toreros, sostiene que lo acontecido “coarta la libertad de trabajo”.
En la página oficial del evento (www.feriadequito.com) se indica que la devolución de las entradas se llevará a cabo según las formas de pago: quienes pagaron en efectivo deben acercarse a las boleterías de la plaza; mientras que aquellos que cancelaron con tarjeta de crédito se realizará crédito inmediato en la tarjeta.
El cartel para la edición de este año estaba compuesto por Enrique Ponce, Juan José Padilla, Sebastián Castella, David Fandila ‘El Fandi’ e Iván Fandiño. Las corridas estaban programadas desde el sábado 1 de diciembre hasta el jueves 6.
Aunque la feria Jesús del Gran Poder no va este año, el calendario pautado en la plaza Belmonte, ubicada en el sector de San Blas, sí se llevará a cabo.
Así lo afirma el empresario José Luis Cobo, en el portal especializado Mundo Toro (www.mundotoro.com), donde sostiene que “La Belmonte se va a dar pase lo que pase”.
En la página oficial de la plaza (www.plazabelmonte.com), se señala que el evento arrancará el 23 de noviembre, con la participación de Antonio Ferrera, Matías Tejela y David Galván.
“No puedo obligar a nadie a realizar la feria”
“Esto es una decisión unilateral, específica y puntual de la empresa (Citotusa). Aquí no hay una prohibición, hay una decisión de suspensión por parte de los organizadores”, precisó el alcalde Augusto Barrera, sobre la suspensión de la Feria de Toros Jesús del Gran Poder para este año.
El funcionario habló del tema ayer, tras conocer oficialmente la tarde del jueves lo adoptado por la empresa.
Según mencionó, en la carta oficial emitida por Citotusa a la Alcaldía, entiende que la razón fundamental de la suspensión es que no era viable económicamente, puesto que no se habían logrado las ventas que permitían darle sostenibilidad a la feria.
“No puedo obligar a nadie a realizar el evento para perder”, dijo Barrera.
Asimismo, Alonso Moreno, presidente de la Comisión Taurina del Cabildo, adelantó que el próximo lunes los miembros del comité mantendrán una reunión con los organizadores de la feria Jesús del Gran Poder para analizar la situación.
Moreno explicó que en Quito no hay prohibición a las corridas de toros, sino que se trata de la posición de un negocio privado.
Por ello, aclara, otros eventos similares sí se llevarán a cabo como la feria en la plaza Belmonte.
Considera que la suspensión afecta seriamente a varios sectores involucrados directa e indirectamente.
La comisión taurina vigilará que se devuelvan los dineros a los aficionados que adquirieron sus entradas y bonos con anterioridad.