Christofer García, la tarde de ayer, barría las escalinatas del cerro Santa Ana y cuando llegó al escalón 170 se distrajo un momento, ya que algunos moradores estaban jugando bingo.
De pronto una explosión en el departamento trasero de la familia Poveda Salazar llamó la atención de aquel muchacho, quien al ver hacia el techo se percató que había humo.
“Incendio, incendio”, gritaron las personas que estaban jugando y se alejaron del inmueble.
Todo el barrio se alarmó y vecinos de la parentela afectada llenaron agua en baldes y también con mangueras intentaron sofocar el fuego que cada instante se propagaba más.
Los Poveda Salazar, quienes conforman 5 familias, lo único que pudieron sacar antes de que se consuma su hogar fueron 5 tanques de gas.
“A mi sobrino Paúl Salazar le cayó una lata de zinc en el brazo cuando ayudaba a sacar uno de los tanques de gas. Resultó con una herida leve. Mis primos se quedaron sin nada, todo se quemó”, expresó Adriana Sánchez, familiar de los perjudicados.
Ángelo Delgado, otro de los parientes, comentó que el inmueble siniestrado está dividido en cinco pequeños departamentos.
“Ahí viven más de 30 personas, entre niños y adultos. No hubiera ocurrido esta desgracia si los bomberos se hubieran percatado de que no tenían agua, porque tardaron más de 45 minutos en conseguirla”, detalló Ángelo.
Impotencia y nostalgia es lo que sentían los propietarios y sus allegados al ver como cada uno de los objetos que los adquirieron con esfuerzo estaban calcinados.
Nada se pudo salvar, algunas paredes que dividían el domicilio estaban a punto de desmoronarse, por lo que los miembros de la casaca roja tuvieron que trabajar con más cuidado.
Se repitió tragedia
Adriana, quien tenía sus ojos humedecidos por el llanto, recordó con tristeza a su primo Manuel Franco, quien falleció junto a su hijo de William Franco, de 13 años, tras incendiarse su vivienda en el año 2003.
“Se repitió la tragedia de hace 9 años y la casa que se quemó está junto a la de mis familiares que murieron en aquel día. Fue un 25 de diciembre, Manuel cumplía años cuando ocurrió el incendio”, relató la señora, quien solicitó colaboración para los Poveda Salazar.
“Pedimos a las autoridades gubernamentales y las personas de buen corazón que ayuden a mis primos, son cinco familias que lo perdieron todo. Pueden comunicarse con nosotros a los teléfonos 2307971 o 2308123”, agregó Adriana.
No hubo víctimas
Martín Cucalón, jefe del Cuerpo de Bomberos, informó que afortunadamente pudieron controlar a tiempo el incendio, donde trabajaron más de 100 bomberos. “Hubo la pérdida total de una vivienda de construcción mixta, no se registraron víctimas. El acceso al cerro estuvo complicado, pero a pesar de ello trabajamos con rapidez para evitar que las llamas se propaguen”, manifestó Cucalón e hizo un llamado a las autoridades para que permitan a los camiones de rescate estacionarse cuando haya algún tipo de emergencia en el cerro Santa Ana.
“La cantidad de vehículos aparcados alrededor del cerro obstaculizó el ascenso de las motobombas, lo cual representó un problema al momento de realizar nuestro trabajo”, añadió.
Alrededor de 300 uniformados, entre policías de servicio urbano y militares, resguardaron el sitio y ayudaron con la evacuación de las personas.