Imaginario Quiteño es uno de los salones más impresionantes del Museo Interactivo de Ciencias.
Al ingresar al amplio y oscuro cuarto, llama la atención ver pequeños objetos que forman parte de la maqueta más grande de Quito.
Hace cerca de tres años, varios estudiantes de arquitectura de cinco universidades del país unieron esfuerzos y creatividad para elaborar la gran obra de arte, que mide aproximadamente 45 metros de largo y 7 de ancho.
Varias luces de colores iluminan los puntos importantes de la urbe quiteña con tan solo dar un toque en una de las siete pantallas interactivas con las que cuenta el salón.
Con dar un toque en una pantalla se encuentran los más diversos, llamativos y hermosos lugares que posee la capital.
Los más pequeños se admiran al ver lo grande que es su ciudad y lo poco que conocen de ella, en cambio los adultos suspiran con nostalgia al observar cómo ha evolucionado el pequeño Quito de antaño.
Pero hace dos siglos, la “Carita de Dios” estaba constituida por apenas siete parroquias: El Sagrario, Santa Bárbara, San Blas, San Sebastián, San Roque, San Marcos y Santa Prisca y sus límites eran San Blas y el río Machángara, tal como se puede observar en un pequeño mapa tallado en el piso de uno de los salones del Museo de la Ciudad.
Gabriel Carrión, mediador del MIC, comenta que los visitantes se admiran al ver que Quito es una ciudad angosta, pero sumamente larga, rodeada de bellos paisajes y enormes edificaciones modernas.
Desde lejos se pueden distinguir claramente El Panecillo, La Ronda, parque Fundeporte y otros.
Sin embargo, algo llama la atención de quienes observan con atención la enorme maqueta.
Un parque lleno de frondosos arbolitos y una laguna impresionan a todos, pues nadie la reconoce.
Esa es una de las sorpresas que tiene la maqueta, pues los jóvenes que la elaboraron plasmaron el parque del Lago que se construirá donde es el actual aeropuerto Mariscal Sucre.
Quienes visitan la sala del Imaginario quiteño terminan realmente convencidos de que es un verdadero placer conocer el Quito moderno para saber cuidar y respetar las bellezas de la “Luz de América”. (MBM)