Quiero hablar con Henry Holguín fue lo único que le dije a Clarita, la recepcionista; ella no me conocía ni sabía por quién preguntaba. Tenía 20 años, por cuestiones económicas me había retirado de la Facso, pero quería ser periodista.
Pero como no tenía nada a mi favor y sin título, un día descubrí que podía hacer sopas de letras y crucigramas, y llegué al EXTRA.
Y a los cinco minutos estaba Henry Holguín, quien en ese tiempo era conocido como “el Fantasma”, y no lo podía creer, el editor de EXTRA me regalaba 10 minutos.
“Eso me gusta, deja que yo lo consulto”, dos días después ya estaban mis sopas de letras publicadas en el diario, y un año después con Paco López, editor de EXTRAdeporte, me estaban llamando para que vaya a reforzar por 15 días.
Pero un 16 de septiembre, Henry Holguín me llamó, me iba a pagar los 15 días, pero me dijo: “Vea mijo, su estilo me gusta, yo le apuesto a usted, solo le pido que no pierda el estilo ni la humildad, porque puede perder todo”.
Ya han pasado 23 años de eso.
Viernes 7 de diciembre del 2012.
08:45: Henry estaba sentado en su computadora, la página del Facebook abierta, pues era un fanático de la red social.
- “¿Qué tal Henry Vicente?”.
Era el saludo de todas las mañanas, eso de Vicente siempre me decía que no me lo perdonaba, porque solo tenía un nombre y a mí se me ocurrió ponerle el segundo. Claro, que muchos le dieron placas y diplomas con los dos nombres.
“Aquí, dándole al vicio mijo. Pilas, ¿cómo va el evento de Naranjal? Quiero ir igual como hace dos años y no me venga con el cuento que los cangrejos se han ido de vacaciones, porque esa mentira no se la creo”.
La verdad, Henry tenía un espíritu más joven que pelado de 15 años, y estaba practicando el Oppa Gangnam Style, el tema de moda, pero no se atrevía a bailarlo.
En el baile era en el tema que siempre “pagaba” porque se ponía a bailar y Carlos Anchundia, Jimmy Floreano y Adrián Peñaherrera lo filmaban, hasta en la red YouTube hay vídeos de baile.
Henry era más joven que todos nosotros.
Henry deportivo
Henry era más barcelonista que muchos, se fue viendo la estrella 14 que tanto soñaba; hincha de Rubén Insúa y Carlos Alfaro Moreno, pero cantaba los goles de la Tricolor más que un ecuatoriano, pero cuando Liga de Quito quedó campeón lo festejó a lo grande.
En Colombia nunca se olvidaba de su Deportivo Cali.
Hacíamos dupla en EXTRA online de www.extra.ec de lunes a viernes, hablando de deportes, y las bromas eran la mayoría.
“Pues mijo mueva esos deditos que la gente ya quiere leer su crónica”, siempre decía. Hace un mes por esas cosas de la vida me reunió con Carlos Anchundia y bien serio dijo: “Cuando me muera quiero que ustedes me escriban la crónica de mi fallecimiento”. No hay duda, él sabía de lo que hablaba.
Henry ya no está... su puesto está vacío, ayer no hubo fotos de lo que era su vicio.
Se fue el maestro, el padre, la persona que me enseñó que en esta vida la redacción periodística está más allá de la simple información.
Sí, el tipo que lloró cuando entrevisté a Cristiano Ronaldo y Lionel Messi.
Henry en verdad no se ha ido... se nos adelantó a preparar el camino para hacer la redacción celestial, porque cuando estemos por allá seguro nos dirá: “Por qué tanta bulla, o quiere que le lleve un tintico... apure los deditos que no es un libro lo que está escribiendo”.
Es raro, pero Henry nos pedía que no lo lloremos, que lo despidamos con alegría, pero la verdad las lágrimas no saben de esto.
“¡Qué dijeron...!”
El tiempo se congeló. Ese frío que recorre la piel y provoca que el corazón quiera romper el pecho para salir corriendo castigó la mañana de ayer la redacción de EXTRA.
No lo esperábamos. No estábamos preparados. Con una vida llena de amores y desamores, de atentados, balas, secuestros, amenazas, complicaciones de salud y más, cualquiera hubiese anticipado un final trágico, pero con Henry no era así. Siempre ingresaba por la puerta de acceso a la redacción y gritaba: “Qué dijeron... No vuelve”, y con una sonrisa y a pasos cortos pero firmes se dirigía hacia su oficina. Ahora voltear la cabeza o levantar la mirada para esperar su presencia será un ritual doloroso.
Conocemos a qué sabe el dolor y la tragedia, lo que cuesta levantarse con un hueco en el corazón para hacerle frente a la vida y por eso escribimos esto por Henry. Hoy él es la noticia, esa por la que todos los días peleó hasta con su vida para informar, como lo dice el eslogan de EXTRA, “primero y mejor”.
Esas frases y bromas que tantas veces alegraron a esta redacción ahora flotarán en el ambiente sin el eco característico de su acento caleño. “Vamos a lo que vamos y el muchachito al rincón”, “hoy brilla más el sol”, “apuren que tengo en casa ropa en jabón”, “el que come solo y no me da, atragantado morirá”, “el que tenga miedo que se compre un perro”, y más frases ocurridas que inyectaron de ánimo a sus compañeros en los momentos más duros.
Alistaba sus vacaciones, estaba próximo a emprender el viaje con boleto de retorno para su natal Cali, pero se adelantó a la eternidad.
Murió en la tierra que tanto amó y de la cual también renegó muchas veces, su Guayaquil querido, viendo campeón a su Barcelona, haciendo lo que tanto lo apasionó: formar cronistas.
Hoy estamos de luto, mañana sonreiremos al despedirlo, así como él siempre quiso. (PA)