¡Lucio Gutiérrez en la 18! La noticia recorrió toda la calle Salinas y sus alrededores gracias a “radio bemba”. El olor a trago impregnaba el ambiente en este sector. Muchos no podían creerlo, pero estaba ahí, vestido de rojo.
Otros estaban “felizotes” y hasta la “plutera” se les quitó, porque veían algo que parecía una alucinación: un expresidente y candidato a esa dignidad se bajó de las ruidosas y psicodélicas camionetas del Partido Sociedad Patriótica (PSP) para estrechar la mano de aquellos “que también son pueblo”, como gritaban los clientes junto a las trabajadoras sexuales del barrio de tolerancia más añejo de Guayaquil.
¿Será que en política todo se vale? ¿Pero cómo llegó Lucio a la 18? Lo que inició como un ligero perfil del postulante terminaría en un singular recorrido por sectores del sur, actualmente denominado distrito uno para las elecciones a asambleístas.
Después de las 09:00, Lucio llegó al populoso mercado de la Caraguay, como punto de partida para el recorrido por la urbe huancavilca. Sin perder tiempo, este político estrechaba las manos de los comerciantes, que lo recibían con agrado, y les decía que con él, los víveres estaban más baratos.
Detrás lo secundaba una legión de candidatos a la asamblea:Olga María Aucar no le perdía el rastro, Luis Almeida vigilaba, Mayra Delgado aprendía, Irene Valencia trataba de dirigir el recorrido.
Es que Lucio estaba en sus dominios en el distrito uno. Luego de bajar y saludar a los canoeros, que traían cangrejos amarrados desde los manglares de la isla Puná, al postulante no le quedó más remedio que comprar una plancha del crustáceo justo en el puesto de doña Blanca Ortega, una de las pocas comerciantes mujeres de este mercado.
HORA DE LA CORVINA
Posterior a esto, la mesa de uno de los comedores de la Caraguay lo esperaba. Eran las 12:00. Doña Mechita sería quien le serviría una corvina frita, plato preferido del exmandatario, y fue ahí donde se dio una entrevista ligera y un reto para el candidato de la lista 3, que dice estar renovando.
En la estrecha mesa, Lucio señaló que luego de estar preso “injustamente por dos años”, maduró y reflexionó, reconoció que su inocencia era lógica, pues no tenía experiencia y que el paso de la milicia hacia Carondelet fue muy rápido.
Dice no haber cometido errores, “al menos que hayan dañado a la moral, ética o el bolsillo de algún ecuatoriano”. Recalca que se lo tildó de todo, pero nada se le pudo comprobar. Mientras doña Mechita adornaba el plato con la corvina, el líder de la tres señalaba que su meta es volver los ojos al campo, “donde está la verdadera fortaleza y fortuna del país”. Indicó que hace poco realizó varias maestrías en Israel y Taiwán en el área agropecuaria y de seguridad. Los conocimientos adquiridos, de ganar la elección, los implementaría en el agro ecuatoriano. Asegura que esto es parte del “nuevo Lucio que llega con mayor preparación intelectual y humana”. Entonces habló sobre el aumento a 65 dólares del bono de la pobreza.
Propuso financiarlo con una buena distribución de los impuestos actuales “y dejar de despilfarrar el dinero en propagandas”.
A sus cincuenta y cinco años, el coronel retirado afirma luchar “por rescatar la decencia de ser político, que significa servicio”. Cree en Dios, lo que lo ayudó a ser mejor amigo, padre y esposo. Reconoció que recuperó la paz en su hogar junto a su esposa Ximena Bohórquez.
Hasta ese punto, la entrevista iba a buen ritmo.De pronto, el plato de la corvina fue servido justo cuando Lucio comentaba que planifica tener un control electoral fuerte “para evitar cualquier sospecha o desvío en el conteo de los votos para las elecciones”. Con el aroma de la corvina en las narices, el olor a naturaleza recordó al Yasuní ITT y los ministerios.
Sobre el primer punto señaló que ha dialogado con dos fundaciones internacionales para que le den el dinero que necesitan para no explotar el petróleo que existe en este sector, “y si no se logra se pondrá este tema a consulta popular”.
Sobre los ministerios dijo que primero los reestructurará “para hacerlos eficientes, sin despedir a nadie y sin olvidar a quienes fueron injustamente despedidos”.
BINOMIO PRESIDENCIAL
En cuanto a la universidad, informó que devolverá el retorno a los jóvenes a las aulas universitarias con un sistema de nivelación “para que elijan la carrera que verdaderamente quieren y que no sea por obligación”. Afirmó que promoverá la inversión extranjera buscando crear fuentes de empleo y apuntalar la obra pública mediante licitación.
En este punto, Lucio hizo una pausa y en tono de reflexión dice haber escogido bien a Pearl Boyes como su binomio presidencial, “porque tuvo el perfil humano que buscaba. Esta exreina de Manabí ayuda a los más necesitados con sus propios recursos y en silencio”, agregó Lucio.
RUMBO A LA “TRINI” Y A LA FAMOSA 18
Dicho esto, Lucio debía comer y seguir su recorrido planeado por la Isla Trinitaria y el Guasmo, pero antes de que terminara su corvina se contempló la posibilidad de pasar por el barrio de tolerancia llamado Salinas, o la 18. Ante esta inquietud, Lucio, el candidato, aceptó diciendo que iría porque “allá también hay ecuatorianos que laboran con la finalidad de llevar el pan a sus familias y que necesitan de un gobierno con rostro más humano. Entonces los candidatos lo siguieron.
El primer punto visitado de la tarde fue el sector de Nigeria, en la Isla Trinitaria. El exmandatario tuvo contacto directo con la juventud y mujeres del sector. Muchas asombradas amas de casa abrían las puertas de sus humildes hogares para dialogar con Lucio, a quien solo lo conocían por televisión. Ya casi a las 14:00, una anciana del sector salió de su humilde casita de caña al escuchar que Lucio caminaba por las empedradas calles de su sector. Quería saber si era cierto. La mujer, sentada en una piedra, lo esperó pacientemente solo para darle la bendición en su gestión, acto que causó asombro y ternura para quienes seguían al político.
Luego de tres horas de recorrido intenso en este sector, se decidió tomar rumbo a la calle del placer, donde con naturalidad, el coronel ingresaba bendecido por una madre, marcando “así la historia”, señalaron asiduos concurrentes de la 18. La visita tomaba ribetes de leyenda, apenas las sirenas y la música de Lucio y de sus candidatos callaban, el coronel Gutiérrez ingresaba a pie. La sorpresa hizo que hasta los más ebrios no lo creyeran hasta tocarlo. “A ese man solo lo hemos visto por la tele”, decía un sujeto ebrio, pero era real: esta vez, un candidato visitaba los cabarés y salones de este sitio. Al contrario de lo que se pensaba, la aceptación y los vivas se multiplicaron. Es que no había llegado Lucio el político, sino la estrella de la TV. Muchas de las trabajadoras sexuales no se quedaron con las ganas de retratarse con el coronel. Esta visita improvisada tuvo al oído de Lucio comentarios de asombro y hasta pedir que cuando él llegue, les deje “hacer el segundo piso de la 18”, es decir que amplíe la zona. Ninguno de los clientes corrió, es más, siguieron al candidato hasta el salón de los timbales, donde Lucio agarró las maracas y al son de la salsa bailó y acompañó el ritmo caribeño, acción aplaudida por los presentes. Aún muchos no lo podían creer, pero era realidad, el expresidente estaba entre ellos saludando y reconociendo la labor del ser humano.
Posterior a esta visita, el recorrido de este candidato se dirigía hasta el Guasmo, donde una multitud lo esperaría. Lucio demostró haberse renovado y vivir sin prejuicios “porque la cárcel me hizo más humano y reflexivo”.