Hablar de Miguel Ángel Oyenhart en la época de los 80 era sinónimo de disfrutar de buenas mezclas musicales. Donde quiera que era contratado, ya sea en fiestas privadas, kermeses colegiales o en discotecas, había la garantía de que el público saldría satisfecho, no solo por lo que iba a escuchar, sino también a bailar. Quién no recuerda sus aperturas musicales con las mezclas de las canciones A night to remember, de Shalamar, y Forget me notes, de Patrice Rushen. Con esas y muchísimas más logró reunir a más de 5 mil personas en una fiesta colegial en Portoviejo.
Siempre al tanto de los éxitos de moda, este argentino radicado hace 33 años en Guayaquil, ciudad a la que llegó como sonidista de un circo, tenía el don de mezclar de forma exacta las canciones sin caer en los feos “machetazos” o cortes abruptos de los golpes musicales.
Veinte años después de haberse “divorciado”, en pleno apogeo de su éxito, de las enormes consolas o tornamesa para dos platos, donde colocaban los long plays de acetato de los cuales extraía esa inigualable mezcla de sonidos, Miguel Ángel regresa con nuevos proyectos. Hace poco reeditó en discos compactos Las mezcladitas de oro, tres discos de acetato que lanzó con mucho éxito a mediados de los 80. “Nadie apostaba por mí, en Fediscos no cabía la idea de lanzar un disco mezclado con cumbias, no tenían fe”, recordó con nostalgia.
Pero, contra todo pronóstico, el éxito fue tal que el primer disco se agotó en un mes. Luego de ese vinieron más de 50 producciones. Eran mezclas de merengue, de salsa, de música en inglés, incluso sacó mixes de la música que ponía en su desaparecida discoteca Rumour’s.
Respetado por colegas
Sus colegas, quienes también marcaron época en las pistas de las diversas discotecas guayaquileñas, como Eddin Lucero, Juan Mazón, Fernando Avilés, Fernando Coloma, Miguel Aguirre, Richard Lindao y muchos otros, aún lo tratan con respeto. “Bienvenido ché” o “Bienvenido maestro”, le dicen al verlo llegar a la reunión anual de djs siempre vestido con su característico pantalón color blanco.
Eddin Lucero, quien confesó que se hizo dj por su hermano que ponía música en una discoteca neoyorquina, comentó que conoció a Oyenhart cuando entró a la desaparecida y concurrida Studio 44 en Urdesa y escuchó una formidable mezcla musical. “Me creía el chévere, el que me las sabía todas, pero cuando escuché mezclar a Kool and the gang se ganó mis respetos”.
Algo parecido le ocurrió a Fernando Avilés, quien por mucho tiempo trabajó como dj de la también desaparecida discoteca El bucanero que estaba ubicada en la avenida de Las Américas.
Traerá al grupo Boney M
Miguel Ángel dejó en claro que su regreso no tiene nada que ver con volver a mezclar música. Dedicado actualmente a representar artistas, entre sus planes para el próximo año está traer al grupo inglés Boney M, con el cual hará una gira por varias partes del país.
“Ya está hablado, todo es ponernos de acuerdo en varios puntos, y el próximo año estará aquí Boney M”, dijo Oyenhart, quien ha logrado posicionar, en poco tiempo, sus cds con las mezcladitas de antaño.
“Hace dos años empezó la gente a pedirme que saque los discos. Todos los djs ecuatorianos que están fuera del país me piden las mezcladitas que hice con temas de Lizandro Meza, Joe Arroyo, entre otros. Las regalías y los derechos de autor están pagadas. Esto no es piratería. En marzo del 2013 viene la otra tanda de discos”, comentó.