Eran las 22:30 del pasado jueves cuando fuertes explosiones alarmaron a los habitantes de Puerto Nuevo (Sucumbíos), muchos de ellos mientras observaban el partido entre Colombia y México. Las detonaciones les puso la piel de gallina y buscaron refugio.
Pasó media hora y una llamada de un oficial del Ejército colombiano comunicaba al general Fernando Proaño, comandante de la IV División, a las 23:00, que guerrilleros de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) estaban “hostigándoles con ataques con “lanzamiento (bombardeo) de granadas y bombas caseras”.
Una patrulla de soldados del destacamento Cooper, ubicado a diez minutos del poblado fronterizo, se trasladó hasta las cercanías del escenario de batalla. “Cuando llegó la patrulla el enfrentamiento había terminado”, expresó Proaño.
Al día siguiente (viernes) se realizó un sobrevuelo y reconocimiento en un helicóptero Superpuma, que salió desde Coca (Orellana) hasta Lago Agrio, efectuó una parada para recoger a un grupo de periodistas y oficiales, para inspeccionar el terreno y establecer si hubo daños en territorio ecuatoriano ocasionados por los explosivos.
Los moradores de Puerto Nuevo recibieron a la comitiva e informaron sobre los daños colaterales. Se desconocía cómo uno de los proyectiles cayó en territorio ecuatoriano y afectó la casa de Juan Arturo Escobar Quispe.
Aún atemorizado, el ciudadano narró que estaba acostado en su cama cuando sintió una fuerte explosión a solo tres metros de su casa, afortunadamente las esquirlas no lo mataron.
Con su dedo índice señaló los lugares donde hicieron blanco varios proyectiles, “el techo de mi casa tiene muchas perforaciones producidas por las esquirlas”,
En el patio de Escobar, un hueco con un diámetro aproximado de cincuenta centímetros era otra evidencia de que hubo una explosión. Los soldados de la patrulla que llegó la noche anterior encontraron la espoleta de un mortero.
Proaño explicó que la espoleta, posiblemente de fabricación casera, está en su poder y será analizada para esclarecer si el artefacto pertenece a los grupos armados irregulares de Colombia o al Ejército de ese país.
Otros habitantes informaron a los militares que otras granadas cayeron por la zona. Pero los soldados “peinaron” el lugar y no encontraron otra evidencia. Los cilindros-bomba Para realizar las granadas caseras, los grupos irregulares utilizan los cilindros de gas de uso doméstico de 15 kilogramos.
Estos cilindros son lanzados desde un tubo que se asemeja a un mortero convencional y están compuestos con arena y todo tipo de restos metálicos como clavos, que al caer causan severas lesiones.
Según la IV División, en esta semana por el sector se encontraron cinco cilindros de gas pequeños y uno grande, que fueron hallados por elementos de las Fuerzas Armadas en el sector de Putumayo.
Los pobladores indicaron que este tipo de detonaciones en combates las escuchan con frecuencia, lo que les provoca miedo.