Cinco minutos de espera les costó la vida. Parquearon el automóvil en el que se movilizaban en un sitio oscuro, cerca de unos árboles, sin sospechar que les seguían los pasos.
Allí permanecieron tranquilamente hasta que un individuo se les acercó y con una ráfaga de tiros los llenó de plomo. Uno falleció al instante, mientras que otros dos agonizaron por algunos minutos.
Este hecho de sangre se registró la noche del pasado lunes en la calle Luis Noboa Naranjo, entre las ciudadelas Los Esteros y La Fragata, en el sur de Guayaquil.
Las víctimas fueron el ecuatoriano Édison Geovanny Chávez Mendoza, de 28 años, quien conducía el vehículo; y los colombianos Ary Alexander Bduche Bermúdez e Iván Darío Cárdenas Valencia, ambos de 23 años. El primero era el copiloto, mientras que el segundo iba en el asiento trasero del automotor.
Cuatro motorizados
Los vidrios de las ventanas del automotor estaban rotos, a excepción del de la puerta del conductor. También habían impactos de bala en las puertas que se sumaban a los 18 tiros que tenía el automóvil. Uno que otro curioso comentaba: “Ya los estaban siguiendo”, y que los disparos, al parecer, “los hicieron con ametralladora, porque fueron seguidos”.
“El chofer (Édison Sánchez) tenía reclinado el asiento, parece que esperaban a alguien, porque el carro estaba parqueado y encendido. Según moradores, cuatro sujetos en dos motocicletas llegaron al lugar de los hechos y uno de ellos se bajó y disparó a corta distancia en contra de los colombianos y el ecuatoriano, mientras que otros tres sujetos lo esperaban en dos motos para huir”, expresó la mañana de ayer el teniente coronel Wilson Pavón, jefe del distrito Los Esteros. Familiares prefirieron el silencio La mañana de ayer, en el anfiteatro del departamento de Medicina Legal, estuvieron algunos familiares de los fallecidos, quienes evitaron algún comentario de lo ocurrido.
Parados en una esquina, diagonal a la morgue, observaban la entrada principal de esta área judicial esperando que el médico forense de turno los llame para reconocer los cuerpos de sus parientes.
Pasaron algunas horas y prefirieron retirarse del lugar, pues aún no realizarían la autopsia. Algunos allegados de los colombianos no se acercaron al anfiteatro, mientras que un grupo de cuatro personas permaneció dentro de una funeraria del sector y cotizaron la repatriación de uno de ellos.
Hasta el cierre de esta edición, los familiares no retiraron los cadáveres de la morgue, aunque fuera del sitio esperaba un féretro hasta que hagan las necropsias. Crimen estaría vinculado con “Paras” Fuentes policiales vincularon a los extranjeros con paramilitares colombianos (“Paras”), quienes cobran cuotas (vacunas) a sus compatriotas dedicados al chulco en la ciudad.
Según investigaciones extraoficiales, al final de la tarde del lunes último, Bduchet y Cárdenas contrataron al taxista informal Chávez en el sector de Mucho Lote y se dirigieron al sur de la urbe a “recibir las ‘vacunas’ de los prestamistas que tienen su centro de operaciones en la zona”.
Las fuentes policiales manifestaron que la urbe está infectada de chulqueros colombianos, quienes se han dividido la ciudad para desarrollar sus actividades.
El fiscal Wilson Castillo, quien lleva adelante la investigación por el triple crimen, no quiso pronunciarse sobre posibles nexos entre prestamistas y paramilitares colombianos en el delito de usura.
Sin embargo, Castillo detalló que Bduchet tenía en sus manos una hoja de cuaderno, donde estaban anotados varios nombres con sus respectivos números telefónicos. “No puedo decir si (Bduchet) era prestamista o no”, expresó el fiscal.
(FOL) Vehículo Robado Según el teniente coronel Wilson Pavón, el vehículo Aveo blanco, placa GSB-9435, en el que estaban las víctimas, fue denunciado como robado por su propietario el cabo segundo del Ejército Antonio Florencio Díaz Caraguay, después del crimen.
“A las 22:20, aproximadamente, el auto fue reportado al Chevy Star (sistema de seguridad satelital) y mientras se hacía el levantamiento de los cadáveres se apagó. Pero el dueño del automotor mencionó que sí reportó el hecho, pero a las 10:00 del lunes. Esas versiones no concuerdan, por lo que se tendrá que hacer una indagación meticulosa para esclarecer este caso”, acotó Pavón.
Moradores solicitaron más resguardo policial, especialmente en la noche, debido a que los robos son constantes en el sector. “Estamos a merced de los delincuentes, hasta crímenes ocurren aquí y nadie hace nada”.
Los lugareños mencionaron que no conocían a los fallecidos, aunque por el sitio rondó una joven que, entre sollozos, preguntaba qué fue lo que sucedió. Algunos agentes de la Policía intentaron retenerla pero la mujer se perdió entre la multitud.