(VS)
La Policía Nacional elaboró dos informes sobre el envío de la valija diplomática donde se encontraron 40 kilos de cocaína líquida.
En ambos se establece que el cargamento fue entregado al courier (TNT) sin ninguna novedad.
Así lo indica Marco Albuja, asesor jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Los informes detallan que se realizaron los respectivos chequeos con dos canes (Bebé y Eva) y de agentes de la Cancillería, sin que se encuentren anomalías hasta el momento de entregarla a la compañía.
Según el canciller Ricardo Patiño, habría una inconsistencia en cuanto al peso de la valija, ya que de Guayaquil la misma habría salido con un incremento rumbo a Madrid (España) y luego a Milán (Italia).
La mañana de ayer cerca de quince militantes del movimiento Concertación Nacional se congregaron en los exteriores de la Cancillería para exigir a Patiño que deje su cargo mientras se termina de esclarecer el caso. EL PESO
Mientras la Cancillería afirma que se entregó a TNT un cargamento de 79,5 kilogramos, tras las correspondientes revisiones antinarcóticos, la empresa sostiene que recibieron, en presencia de funcionarios, 79,1. Es decir 400 gramos menos.
Pero TNT insiste en que “tal valija diplomática se entregó en las mismas condiciones recibidas y con el mismo peso (...) A Milán, Italia, llegaron las valijas pesando los mismos 79,1 kilogramos, con la adición del peso de cinco fundas o bolsas plásticas de protección y sellos de TNT.
La valija en cuestión, como otras tantas, salió y llegó sellada al destino final. Su apertura obedeció a orden judicial de las autoridades italianas”.
El experto en seguridad, Daniel Adler, precisó que la empresa contratada para el traslado tiene como única función vigilar que nadie toque la valija diplomática.
Una vez que la compañía recibe la valija sellada, explicó, se sobreentiende que ya fue revisada, porque posteriormente no puede inspeccionarse por ninguna otra autoridad.
Mencionó que en algunos casos ni siquiera pasa por escáneres, ya que goza de la misma inmunidad que un diplomático. “El cargamento siempre viaja con una o más personas pertenecientes a la entidad pública”, resaltó Adler.
Para Adler el hecho debe someterse a una investigación exhaustiva, en la que podría someterse al polígrafo a todas las personas involucradas en el envío y traslado de la valija. “Es poco creíble que en una valija diplomática haya droga puesta por un diplomático. Es algo poco probable”, agregó.
EL REGLAMENTO
Para el exvicepresidente y ex embajador de Ecuador, Blasco Peñaherrera, el reglamento aprobado el año pasado no solo viola el Tratado de Viena, sino que, además, sería fundamental para que sucediera el ilícito al permitir el envío de objetos ajenos a documentación oficial.
Por ello recomienda que se elimine el texto, “pues no se justifica que se recurra a la valija diplomática para enviar material de promoción turística o cultural, ya que para eso existen otras entidades o dependencias públicas”.
Sobre esto, el Ministerio de Cultura mediante un oficio informó que “no se entregó ningún tipo de reconocimiento, auspicio, ni pago a favor del actor ecuatoriano Christian Loor, detenido en Italia, ni al grupo teatral Ruga Planet, desde el 2007 hasta la presente fecha”.
La cartera de Estado basa su certificado en datos recogidos en la Dirección Financiera, la Dirección de Relaciones Internacionales y la Coordinación General de Planificación.
“ENVIABAN DE TODO”
Frente a las múltiples acusaciones de exfuncionarios y entendidos en la materia, Albuja anunció que en los próximos días se conocerá un informe sobre los envíos que hicieron la Cancillería en los últimos quince años.
Ahí se revelaría, según expresó, que ex miembros del Ministerio permitían el envío de obras de arte, animales, “mandaban todo lo que se les ocurría”, como parte del contenido de las valijas diplomáticas.
“Como no había reglamento, no había quién los controle”, apuntó el asesor jurídico.
Peñaherrera señaló que esto ocurría solamente en “casos excepcionales”, con autorización del embajador, en caso de mandarse desde el extranjero, o con autorización del subsecretario general si se remite desde Quito.
“Muy rara vez se incluía (en la valija) algo que no fueran documentos. Pero eran cosas pequeñas, mínimas”, afirmó.
“Hay que modificar el reglamento” Marco Albuja, asesor jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores, defiende la creación del reglamento argumentando que era necesario normar con precisión las valijas diplomáticas, aunque reconoce que debió revisárselo con mayor detenimiento.
Repara en que “hay que modificar el reglamento para ponerle más filtros de control. Jurídicamente no está mal, técnicamente sí necesita complementos”.
En ambos se establece que el cargamento fue entregado al courier (TNT) sin ninguna novedad.
Así lo indica Marco Albuja, asesor jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Los informes detallan que se realizaron los respectivos chequeos con dos canes (Bebé y Eva) y de agentes de la Cancillería, sin que se encuentren anomalías hasta el momento de entregarla a la compañía.
Según el canciller Ricardo Patiño, habría una inconsistencia en cuanto al peso de la valija, ya que de Guayaquil la misma habría salido con un incremento rumbo a Madrid (España) y luego a Milán (Italia).
La mañana de ayer cerca de quince militantes del movimiento Concertación Nacional se congregaron en los exteriores de la Cancillería para exigir a Patiño que deje su cargo mientras se termina de esclarecer el caso. EL PESO
Mientras la Cancillería afirma que se entregó a TNT un cargamento de 79,5 kilogramos, tras las correspondientes revisiones antinarcóticos, la empresa sostiene que recibieron, en presencia de funcionarios, 79,1. Es decir 400 gramos menos.
Pero TNT insiste en que “tal valija diplomática se entregó en las mismas condiciones recibidas y con el mismo peso (...) A Milán, Italia, llegaron las valijas pesando los mismos 79,1 kilogramos, con la adición del peso de cinco fundas o bolsas plásticas de protección y sellos de TNT.
La valija en cuestión, como otras tantas, salió y llegó sellada al destino final. Su apertura obedeció a orden judicial de las autoridades italianas”.
El experto en seguridad, Daniel Adler, precisó que la empresa contratada para el traslado tiene como única función vigilar que nadie toque la valija diplomática.
Una vez que la compañía recibe la valija sellada, explicó, se sobreentiende que ya fue revisada, porque posteriormente no puede inspeccionarse por ninguna otra autoridad.
Mencionó que en algunos casos ni siquiera pasa por escáneres, ya que goza de la misma inmunidad que un diplomático. “El cargamento siempre viaja con una o más personas pertenecientes a la entidad pública”, resaltó Adler.
Para Adler el hecho debe someterse a una investigación exhaustiva, en la que podría someterse al polígrafo a todas las personas involucradas en el envío y traslado de la valija. “Es poco creíble que en una valija diplomática haya droga puesta por un diplomático. Es algo poco probable”, agregó.
EL REGLAMENTO
Para el exvicepresidente y ex embajador de Ecuador, Blasco Peñaherrera, el reglamento aprobado el año pasado no solo viola el Tratado de Viena, sino que, además, sería fundamental para que sucediera el ilícito al permitir el envío de objetos ajenos a documentación oficial.
Por ello recomienda que se elimine el texto, “pues no se justifica que se recurra a la valija diplomática para enviar material de promoción turística o cultural, ya que para eso existen otras entidades o dependencias públicas”.
Sobre esto, el Ministerio de Cultura mediante un oficio informó que “no se entregó ningún tipo de reconocimiento, auspicio, ni pago a favor del actor ecuatoriano Christian Loor, detenido en Italia, ni al grupo teatral Ruga Planet, desde el 2007 hasta la presente fecha”.
La cartera de Estado basa su certificado en datos recogidos en la Dirección Financiera, la Dirección de Relaciones Internacionales y la Coordinación General de Planificación.
“ENVIABAN DE TODO”
Frente a las múltiples acusaciones de exfuncionarios y entendidos en la materia, Albuja anunció que en los próximos días se conocerá un informe sobre los envíos que hicieron la Cancillería en los últimos quince años.
Ahí se revelaría, según expresó, que ex miembros del Ministerio permitían el envío de obras de arte, animales, “mandaban todo lo que se les ocurría”, como parte del contenido de las valijas diplomáticas.
“Como no había reglamento, no había quién los controle”, apuntó el asesor jurídico.
Peñaherrera señaló que esto ocurría solamente en “casos excepcionales”, con autorización del embajador, en caso de mandarse desde el extranjero, o con autorización del subsecretario general si se remite desde Quito.
“Muy rara vez se incluía (en la valija) algo que no fueran documentos. Pero eran cosas pequeñas, mínimas”, afirmó.
“Hay que modificar el reglamento” Marco Albuja, asesor jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores, defiende la creación del reglamento argumentando que era necesario normar con precisión las valijas diplomáticas, aunque reconoce que debió revisárselo con mayor detenimiento.
Repara en que “hay que modificar el reglamento para ponerle más filtros de control. Jurídicamente no está mal, técnicamente sí necesita complementos”.