Los habitantes de Primera y Transversal Dos de la ciudadela Inés Morena, de Calceta, aún estaban asustados y nerviosos la mañana de ayer. Cuando oyeron la explosión a las 15:15 del pasado martes, pensaron que un segundo terremoto sacudiría otra vez el territorio manabita.
Pero la desgracia era otra. Una supuesta acumulación de gas destruyó la vivienda de dos plantas en la que se alojaban las religiosas Soledad Tituaña (de 45 años de edad) y Emperatriz Rodríguez (de 60), quienes resultaron con quemaduras graves en sus cuerpos.
Las monjitas, de la Congregación de las Mercedarias, llegaron el mes pasado desde la Sierra hasta la cabecera cantonal de Bolívar, para brindar ayuda a sus compañeras de la Unidad Educativa Mercedes. Parte de la infraestructura de esa institución colapsó con el terremoto del 16 de abril e incluso una de las madres falleció bajo los escombros.
“Yo estaba comiendo con mi familia, cuando de repente se escuchó una explosión y todo se estremeció. Pensamos lo peor sobre un segundo terremoto y salimos a la carrera a la calle. Fue entonces que nos dimos cuenta de que fue una explosión en la casa de nuestras vecinas, las religiosas”, narró Javier Araujo, morador de la zona donde ocurrió el siniestro.
Vio cómo se quemabanJavier lo cuenta con horror. Nervioso y con los ojos repletos de lágrimas, recuerda que cuando salió de su casa para saber lo que ocurría, vio en la parte baja de la casa a las dos religiosas envueltas en llamas. Parte de sus vestimentas quedaron entre los escombros.
“Estamos muy asombrados con lo ocurrido. Primero el terremoto mata a una de ellas. Ahora les dan alojamiento acá y mire lo que pasa. Esto da mucho que pensar o es algo que Dios nos quiere decir, no entendemos”, repetía el vecino mientras limpiaba los escombros.
El hombre añadió que tras ver ese cuadro desgarrador, junto a su familia y amigos trataron de ayudar a las mujeres y las trasladaron hasta el hospital de Calceta, donde les dieron los primeros auxilios.
Emperatriz Rodríguez tenía el 25 por ciento del cuerpo quemado. Ella está asilada en el hospital Verdi Cevallos Balda, de Portoviejo.
Por la gravedad de sus heridas, Soledad Tituaña fue enviada vía aérea hasta el hospital Luis Vernaza, de Guayaquil. Ella tiene heridas en el 65 por ciento del cuerpo.
Esilda Zambrano, profesora y compañera de las religiosas, mencionó que ambas llegaron a colaborar con la comunidad después del terremoto.
La casa en la que ellas vivían, donde ocurrió la explosión, era prestada. La dueña del inmueble, quien prefirió no dar su nombre, lamentó lo ocurrido y explicó que ella facilitó la vivienda debido a que las hermanas llegaron a dar ayuda a la gente damnificada por el sismo.
Acumulación de gas
El coronel George Mariano Cevallos, jefe del Cuerpo de Bomberos de Calceta, señaló que la explosión fue ‘seca’ y se originó por una acumulación de gas en el área de la cocina, y no hubo fuego.
“La acumulación del gas se dio aparentemente por una fuga de uno de los cilindros y estos no explotaron, a Dios gracias. Cuando una de ellas va a enchufar una lavadora, se produce la desgracia. Acudimos con 12 hombres, ambulancias y carros bomba para despejar el gas del área y salvar a las afectadas” detalló el coronel.
“Ahora nos toca rezar mucho por las monjitas, pedir a Dios que las salve”, dijo Florencio Cedeño, habitante de Calceta que conocía a una de las afectadas.
Se encuentra estableEl ECU-911 coordinó el traslado de Norma Soledad Tituaña Toapanta, de 45 años, desde Calceta a Guayaquil, en un helicóptero de las Fuerzas Armadas. La aeronave tocó suelo porteño a las 16:20 del pasado martes.
En la Escuela de Aviación del Ejército, la víctima era esperada por especialistas del Ministerio de Salud, quienes la llevaron en una ambulancia hasta el hospital Luis Vernaza, donde permanece en la Unidad de Quemados.
Al mediodía de ayer, la religiosa recibía un tratamiento de limpieza en sus partes afectadas.
En un informe preliminar de la emergencia, consta que Norma Soledad tenía el 65 % de su cuerpo con quemaduras de segundo grado. Sin embargo, en el hospital Vernaza se determinó que la afectación cubrió aproximadamente el 70 %, pero solo el 25 % con heridas de segundo grado.
Hasta el cierre de esta edición, la hermana Tituaña se encontraba estable, consciente y orientada en tiempo y espacio, según informó personal de la casa de salud. (SCM)