Las heridas que Sahra tiene en sus labios no permiten que hable con naturalidad. Siente dolor y prefiere no esforzarse para que las suturas no se desprendan.
Teme salir de casa luego de la agresión que sufrió la madrugada del sábado, en el sector de La Mariscal, norte de Quito. Las marcas en su rostro le recuerdan lo que ocurrió después de abandonar una discoteca con su novio.
“Me siento vulnerable”, dice a EXTRA, pues la chica trans cree que podrían hacerle “algo peor” tras el ataque que recibió en la intersección de la 6 de Diciembre y Foch, cuando supuestamente ocho hombres le cortaron una mejilla, el seno, el cuello y el tórax.
La noche del sábado no pudo dormir, ya que asegura que el malestar la despertó a cada momento. También piensa en cómo quedará por las heridas que tiene en el cuerpo; pues la mujer, de 25 años, no solo es estilista sino también impulsadora y bailarina.
El sospechoso sería un miembro de la comunidad de Gais, Lesbianas, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (GLBTI). Respecto al incidente, Efraín Soria, representante de Fundación Equidad, comentó que es importante que las autoridades investiguen “este tipo de violencia” y “cuáles fueron los motivos”.
También destacó que hay un problema que ha sido poco trabajado en la comunidad: “la homofobia internalizada”. Soria explicó que eso ocurre cuando dentro de la misma población GLBTI existen prejuicios y eso provoca el “rechazo a sus pares”.
Diane Rodríguez, presidenta nacional de Silueta X, detalló en un comunicado que la agresión contra Sahra habría sido un “intento de asesinato” y que, además, la víctima supuestamente identificó al atacante a través de fotos.
Al conocer que el acto violento presuntamente fue ocasionado por un joven gay, Silvia Buendía, abogada y activista de la comunidad GLBTI, dijo que no solo aplicaría la figura de “homicidio”, sino también de una “discriminación transfóbica”.
“Este es un delito penal de acción pública, necesitamos Fiscalía presente. Es un asunto que va más allá de lo privado”, subrayó Buendía. Por esa razón, Sahra llegó ayer a la Unidad de Flagrancia para poner la denuncia. Sin embargo, esta no fue aceptada porque, según ella, sus datos “no estan actualizados en la Fiscalía”
Por su parte, la Fundación Alfíl “rechazó” este acto de supuesta “transfobia interiorizada”. Sus miembros detallaron que estarán “vigilantes para que esto no quede en la impunidad y se siente un precedente”.
Sandra Álvarez, representante de la Organización Ecuatoriana de Mujeres Lesbianas (OEML), dijo que “este es un nuevo caso que refleja toda la violencia, exclusión y discriminación hacia las personas de la comunidad GLBTI”.
Pero ella no particulariza esta agresión como un tema netamente de la comunidad, sino como un problema que se reproduce en toda la sociedad. (JP/ER)